CUÉNTAME ZINGARA
(Para Maribel)
Llegas alba almibarada,
emborrachando mis venas
de noches y madrugadas
mientras tú vuelas, eterna.
Cuéntame cómo es la fuente
de alegría donde enhebras,
con agujas de relojes,
este abrigo de poemas.
¿Acaso tu corazón
se ha olvidado de las penas?
Cuéntame por qué tus versos
semejan ser pluma etérea
y ante la injusticia, roble
que no rompe ni doblega.
¿Cuánto tiempo ha sido el viento
compañero de tu senda?
No lo se, no te conozco,
solo se que en esta espera,
mientras acecha el silencio
y no consuelan las velas,
cuando nadie pulsa el arpa,
echo de menos tus cuerdas
y se seca mi mirada.
Y cuando vuelves te empeñas
en ser aire, algarabía,
esa zíngara traviesa
que danza con las palabras
junto al fuego mientras trenza
al desnudo la ternura
de una descalza princesa.
M.A.W. 28-10-04®
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